Los últimos directores del Fondo Monetario Internacional han resultado ser un peligro social de primer orden. Tras los encándalos de Rodrigo Rato que estafó a miles de ahorradores y hundió Bankia, su sucesor Strauss-Kahn está procesado por delitos de acoso sexual a una empleada de hotel. Ahora, Christine Lagarde, arremete contra las personas mayores sugiriendo que algo habrá que hacer para que no vivan tantos años porque «son una amenaza para la economía».
Tres personajes peligrosos
Acostumbro a dar prioridad a los temas que aportan ideas y propuestas positivas para un envejecimiento saludable y activo, pero este plan del FMI es tan amenazador que conviene estar avisados de lo que nos viene encima para protegernos. Comparto aquí los planteamientos y propuestas del FMI a través de su directora general Christine Lagarde e incluso de José Viñals, español y director del Departamento de Asuntos Monetarios del FMI, para que sepamos cuales son las amenazas y quíen está tramando acortar la vida de los mayores. No se trata de ninguna paranoia conspiratoria, son propuestas que el FMI, los bancos, las aseguradoras y las grandes empresas multinacionales están buscando la manera de poner en marcha.
En el informe del FMI que se publicó en 2015 analiza el denominado “riesgo de longevidad de la población”, en donde se identifica como una amenaza el vivir más de lo esperado, como un serio riesgo sobre las finanzas de las corporaciones y los bancos, recomendando ciertas medidas estructurales severas.
José Viñals, indicaba lo siguiente: “Vivir más, conlleva un riesgo financiero importante principalmente para los Bancos. Nos va a costar más como individuos, a las corporaciones y a los Gobiernos. Por eso debemos preocuparnos ahora por los riesgos de la longevidad, para que los costes no nos atosiguen en el futuro”
Otra de las «mentes brillantes» del FMI es el ministro de finanzas japonés Taro Aso, firme discípulo Lagarde y de los grandes bancos, quien afirmó que el problema del sustancial aumento del gasto destinado a pensiones públicas “no se resolverá a menos que se den prisa a morirse a los ancianos”.
Ahora sabemos quienes son nuestros enemigos y también sabemos que están buscando la forma de acortar nuestra longevidad para favorecer a los bancos y las aseguradoras. Cuando escribi mi libro «Envejecer es bueno para la salud» ya anticipé que esto podría pasar y lamentablemente acerté. Ver pag. 202-203 que termina así :
«Confiemos en que dichas entidades no busquen alianzas con la industria farmacéutica (con su dilatada experiencia en la invención de enfermedades), no sea que busquen la forma de conseguir que cuadren sus cuentas a base de imponernos una fecha de caducidad vital. Si “deciden” que tenemos que morirnos cuando las estadísticas y las previsiones económicas lo dictaminen, tendremos que estar muy vigilantes».
Ahora este temor se vuelve más real y amenazador porque la mayoría de los paises industrializados siguen las directrices del Fondo Monetario Internacional, a pesar de que sus tres últimos directores hayan demostrado ser personas de una catadura moral muy baja.
Christine Lagarde, tenía intención de que la reunión del FMI de primavera celebrada en Washington en abril pasado haya servido para mirar hacia delante. En este contexto, exige a los Gobiernos que reconozcan que el subvencionar el gasto del envejecimiento les puede crear un serio problema en el futuro y que es un riesgo grave a las grandes empresas. Para neutralizar sus efectos, recomienda aumentar la edad de la jubilación con otras medidas más drásticas, como recortes en los gastos sociales.
Por inverosimil que parezca, para el modelo económico del FMI y el Banco Europeo y todo el euro grupo los ancianos son un riesgo que debe ser eliminado y debe abaratarse el costo de mantenerlos inútilmente.
Ahora ya sabemos en manos de quien estamos y no podremos decir que nadie nos ha avisado.
F. Javier González
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