Estudios científicos demuestran que la metionina, que forma parte de las proteínas presentes en el pescado, frutos secos y carne es fundamental para aumentar la esperanza de vida
Londres (EFE) – La metionina, un aminoácido que forma parte de las proteínas presentes en el pescado, los frutos secos, la carne y el trigo, puede tener un papel fundamental en el disfrute de una vida más larga y más saludable, según un estudio publicado en la revista científica Nature.
El trabajo, dirigido por Matthew Piper -profesor del Instituto de Envejecimiento Saludable del University College de Londres-, constató que la manipulación de los niveles de la metionina en la dieta pueden alargar la vida, y hacerlo sin reducir la fertilidad.
La metionina es uno de los principales elementos de consolidación de las proteínas implicadas en la formación de células y tejidos, y los estudios realizados con moscas de la fruta han demostrado que es decisiva en la longevidad.
Las pruebas realizadas en especies tan distintas como las moscas o los chimpancés han demostrado en los últimos años que reducir la ingesta de comida es bueno para la salud y aumenta la esperanza la vida.
Se considera que esto es consecuencia de un proceso evolutivo que garantiza que en tiempos de hambrunas los nutrientes esenciales no se «desperdician» en las tareas reproductivas.
La novedad de esta investigación es que la metionina tiene unas cualidades especiales y que utilizarla en una dieta baja en calorías a base de levadura, azúcar y agua potencia la fertilidad sin reducir la longevidad, mientras que reducir sus niveles en una dieta hipercalórica prolonga la esperanza de vida.
Pese a las evidentes diferencias entre las moscas de la fruta y los seres humanos, los investigadores manifestaron que es muy probable que esta relación sea extensiva a las personas. Piper indicó que en el pasado «tendíamos a pensar que lo importante en nuestra dieta era la cantidad de proteínas» y lo que se demuestra ahora es que «el equilibrio de aminoácidos en la dieta puede afectar a la salud en las últimas etapas de la vida».
«Si este es el caso en los seres humanos -añadió Piper-, lo más importante será el tipo de proteína que se consuma. No es tan simple como decir ‘hay que comer menos nueces’ o ‘hay que comer más nueces’ para vivir más; se trata de conseguir el equilibro proteínico correcto, un factor particularmente importante en las dietas hipercalóricas».
Fuente: La Vanguardia