Ayer día 13 de febrero, estuve presente en la jornada RETO AL FUTURO, en Alicante, donde ocho ponentes de alto nivel científico abordaron el reto del envejecimiento desde diferentes disciplinas y afirmaron que los logros que se han producido en los últimos años son abrumadores. Según detalló el investigador Juan Carlos Izpisúa hoy en día ya existen las herramientas para modificar el genoma en un feto y librarle, por ejemplo del síndrome de Down.
Ya podemos no solo «escribir» en el genoma, sino también «borrar»
El envejecimiento saludable, afirmó Juan Carlos Izpisua, depende del genoma y también del epigenoma, es decir de la genética y de la epigenética. Aunque aún mantenemos la idea de que los genes influyen en un 30% en nuestra longevidad, lo cierto es que podemos hacer que esos genes se activen o no. Por tanto «nuestra genética no es ni nuestra identidad ni nuestro destino predeterminado» afirmó. «Lo prueba el hecho de que dos gemelos con los mismos genes pueden envejecer de manera muy distinta.»
Alicante posible sede del centro español de investigación del envejecimiento.
La investigadora y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncologicas (CNIO) María A. Blasco propuso Alicante como una ciudad idónea para ser la sede de un futuro Centro Español de investigación sobre el envejecimiento y en ese sentido logró el apoyo de buena parte de los ponentes
A diferencia de otros países como Inglaterra o Alemania, explicó Blasco, España no cuenta con ningún centro de estas características. «En nuestro país se hace muy buena investigación en envejecimiento biológico, lo que unido a otras disciplinas hace que sea una oportunidad y en concreto Alicante es un sitio ideal para facilitar la innovación».
Los telómeros cortos inducen a enfermedades
Se ha logrado en ratones «pero tenemos la esperanza de llevarlo a humanos, algo que tan sólo hace unos meses no podíamos soñar», añadió Blasco. También se han llevado a cabo experimentos con ratones para curar enfermedades graves que aparecen tras el nacimiento. «Estamos en un momento revolucionario de la historia de la biomedicina porque podemos modificar nuestro genoma y epigenoma de forma que cambiemos nuestro devenir vital».
En este terreno María Blasco habló de las investigaciones que desarrolla su equipo sobre los telómeros y cómo su alargamiento por medio de un tratamiento con telomerasa ha logrado retrasar el envejecimiento y la aparición de enfermedades como la diabetes o el cáncer.
En el laboratorio ya se puede duplicar la longevidad
Aunque el investigador Amalio Telenti coincidió en señalar que hoy en día en el laboratorio ya es posible doblar la vida en ciertas especies, invitó a reflexionar sobre las consecuencias que esto supondría, tanto a nivel poblacional como de salud. «Hay que mejorar sin perder calidad de vida. El desastre sería vivir 10 años más llenos de enfermedades».
Genes que deben permanecer dormidos
En Alicante, el equipo de Ángela Nieto en el Instituto de Neurociencias lleva años investigando cómo la reactivación de genes embrionarios, que en etapa adulta deberían permanecer dormidos, está detrás de enfermedades como el cáncer y la fibrosis. Este hallazgo puede ser vital para entender los mecanismos por los que se desarrolla la metástasis, «responsable del 90% de las muertes por cáncer».
El ejercicio es vital para favorecer la labor de la mitocondria
Por su parte, Francisco Iborra dedicó su exposición a explicar cómo la mitocondria es uno de los factores que contribuyen al envejecimiento y cómo en países como EE UU ya se están desarrollando prometedoras investigaciones.
Tenemos que envejecer porque lo mejor está por llegar
Si la ciencia está avanzando a pasos de gigante para revertir los efectos del envejecimiento, no menos veloz está siendo el mundo de la tecnología para facilitar la vida de los mayores y disminuir el impacto de las enfermedades crónicas.
Nuria Oliver puso como ejemplo la tecnología «wearable», dispositivos que nos informan de nuestro ritmo cardiaco, pulsaciones etcétera. También dispositivos médicos, como lentillas para medir la tensión ocular o exoesqueletos que ayudan a las personas con movilidad reducida. Robots sociales, coches sin conductor o la realidad virtual son avances que pueden cambiar la vida de las personas mayores.
La economía actual no sirve para el futuro
El concepto «población envejecida» todavía suena socialmente como algo negativo, cuando en realidad es un triunfo de la civilización, pero podemos preguntarnos sobre el impacto que va a tener el envejecimiento en la economía. Para Andrés Pedreño se abre todo un abanico de posibilidades que deben ser vistas como una oportunidad «si se enlaza el envejecimiento con la revolución digital».
En este terreno, el catedrático de economía aplicada cree que estamos ante una excelente ocasión para posicionarnos internacionalmente en medicina, turismo y construcción. Pedreño aboga también por cambiar el concepto de trabajo, «ya que la mayoría de los empleos van a desaparecer».
Si no lo remediamos, solo los ricos podrán ser centenarios
Fernando Vives, abogado y presidente ejecutivo de Garrigues, organizadores del acto, fue el encargado de cerrar las ponencias, introduciendo los conceptos de «derecho de cuarta generación y derecho reflexivo» para abordar los desafíos del envejecimiento, tales como los cuidados paliativos, el testamento vital o el derecho sucesorio, así como la necesidad de aplicar la equidad al futuro de los avances científicos para que no sólo esté al alcance de los ricos el prolongar su vida con salud.
Mesa redonda
La jornada finalizó con una mesa redonda o panel donde los ocho ponentes respondieron a preguntas de los asistentes, entre cuyas frases destacamos :
- «En educación universitaria, además de las especialidades, hay que promover más formación interdisciplinar»
- «El avance científico avanza de manera exponencial, mientras que la sociedad actúa de manera lineal»
- «La oferta curricular en la educación va muy por detrás de las necesidades sociales»
- «La longevidad es flexible»
- «La persona que llegará a vivir 130 años con salud ya ha nacido»
- «El sol y el ciclo circadiano determina nuestro envejecimiento»
F. Javier González, investigador en gerontología
Fotografías: Diario Información de Alicante
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