Sabiduria Aplicada

La medicina y la mujer

La verdad sobre la Aspirina

(Más alternativas para reducir el riesgo de trombosis)

Por la Dra. Christiane Northrup *

Durante más de una década, los médicos están recetando una dosis pequeña de aspirina diaria a las personas propensas al infarto y la trombosis. Este tratamiento, ha demostrado ser muy eficaz para evitar los infartos en los hombres. Sin embargo, la aspirina no ha demostrado su capacidad para reducir la trombosis en los varones. Es interesante observar que ocurre justo lo contrario con las mujeres, tal como apuntaba un artículo de la edición de 31 de marzo de 2005 del New England Journal of Medicine, según el cual, la aspirina ayuda a prevenir la trombosis en la mujer pero no así los infartos.

Como parte de una investigación realizada para el estudio de la salud de la mujer, dirigida por el Dr. Paul Ridker junto con sus colegas de la facultad de Medicina de Harvard y el Hospital para Mujeres de Brigham (EE.UU.), los investigadores hicieron un seguimiento a casi 40.000 mujeres con buena salud con edades entre 45 y 80 años durante una década. A la mitad de ellas se les administró 100 miligramos de aspirina diariamente, y se realizaron controles para detectar síntomas de enfermedad o anomalías cardiovasculares, así como posibles casos de infarto y trombosis. En la conclusión del estudio, el Dr. Ridker y sus colegas indicaron que las mujeres que tomaron aspirina tenían un 17 por ciento menos de probabilidad de sufrir una trombosis, mientras que el riesgo de infarto permanecía inalterable.

La aspirina no ha demostrado su capacidad para reducir la trombosis en los varones. Es interesante observar que ocurre justo lo contrario con las mujeres.

Este estudio se realizó durante un largo periodo con una participación significativa de participantes, por lo que los resultados son dignos de consideración. Particularmente comparto el hecho, que se puso de manifiesto en este estudio, de que los sistemas cardiovasculares del hombre y de la mujer son diferentes y como tales deberían tratarse. Por ejemplo, cuando un hombre sufre un infarto lo habitual es que sienta un dolor en el pecho que empieza bajo el esternón y se extiende hasta la mandíbula y el brazo izquierdo. Cuando las mujeres sufren un infarto pueden no sentir dolor alguno en el pecho. En cambio, suelen experimentar inicialmente dolor en la mandíbula e indigestión, o se produce un fallo cardiaco congestivo con escasas evidencias previas. Aunque no se puede afirmar aún con certeza, esto podría atribuirse al hecho de que los vasos sanguíneos de la mujer son más pequeños que los del hombre. Por tanto. Lo que podríamos considerar un cambio menor en la formación de placas en el flujo sanguíneo de un hombre puede causar daños en las arterias de la mujer. Por otra parte, las mujeres tienen tendencia a esperar para ir a ver a su médico cuando su enfermedad cardiaca es más grave que la del hombre. ¿La razón podría ser que muchas mujeres han sido "educadas" para poner sus necesidades en último lugar?

Tener un nivel bajo del colesterol "bueno" es un factor más potente de riesgo en las mujeres que en los hombres, aunque las mujeres pueden tener niveles totales más elevados de colesterol que los hombres sin que aumente su riesgo de afección cardiaca. Sin embargo, el colesterol muy alto puede aumentar del riesgo de formación de coágulos de sangre, que es una de las razones por las que la terapia a base de aspirina (que actúa como licuadora de la sangre al disminuir la acumulación de placa) reduce el riesgo de trombosis según este estudio.

De modo que ¿debemos tomar aspirina a diario? Hay que entender que tomar una aspirina al día es sólo una de las maneras de reducir el riesgo de trombosis, y ni siquiera es la más eficaz. Por otra parte, la aspirina no esta libre de riesgo. Conlleva el peligro de afecciones gastrointestinales y está contraindicada para aquellas personas con antecedentes de úlceras o para quienes están tomando medicinas anti inflamatorias.

A continuación mostramos algunas alternativas saludables a la aspirina, que son incluso más eficaces, pero menos conocidas, y que no tienen efectos secundarios adversos:

Coma zanahorias. Uno de los hallazgos más espectaculares del conocido "Estudio sobre la Salud de las Enfermeras" realizado en 1993, que estudió a 87.000 enfermeras durante ocho años, fue que aquellas que comieron cinco zanahorias grandes a la semana redujeron su riesgo de trombosis en un 68 por ciento comparado con las que comieron sólo un zanahoria al mes o ninguna. Además, las zanahorias también reducen el colesterol por su alto contenido de fibra. Un estudio realizado en el Reino Unido mostró que quienes comen dos zanahorias grandes al día durante tres semanas reducen su colesterol en un 11 por ciento.

La aspirina no esta libre de riesgo. Conlleva el peligro de afecciones gastrointestinales y está contraindicada para aquellas personas con antecedentes de úlceras o para quienes están tomando medicinas anti inflamatorias.

Aumente su ingesta de frutas y verduras. Muchos estudios han documentado sus variados beneficios. Por ejemplo, un estudio aparecido en el Journal of the American Medical Association comprobó que las mujeres (y los hombres) que consumen entre cinco y seis raciones de fruta y verduras al día reducen su riesgo de trombosis en un 31 por ciento. Los efectos más marcados aparecieron con las verduras crucíferas, como el brocoli, la remolacha, coles de bruselas y el repollo o col. Las verduras de hoja verde y los cítricos también son muy eficaces.

Beba té. Tanto el té negro como el verde han demostrado reducir la incidencia de la trombosis. En un estudio realizado en Japón, donde se trató a 5.910 mujeres durante cuatro años, las que bebieron cinco o más tazas de té verde, sufrieron la mitad de trombosis que las que no lo tomaron. Según otro estudio seguido en Rotterdam (Holanda) evidenció que los holandeses, hombres y mujeres, que tomaban cuatro tazas de té al día rebajaron en dos tercios el riesgo de endurecimiento grave de las arterias. Los que tomaron sólo una o dos tazas diarias lo rebajaron a la mitad.

Coma pescado. El "Estudio sobre la Salud de las Enfermeras llevad a cabo en Estados Unidos también puso en evidencia que las mujeres que comían pescado una vez a la semana redujeron el riesgo de trombosis en un 22 por ciento, mientras que las que tomaron pescado cinco o más veces por semana lo rebajaron en un 52 por ciento. La evidencia de que las grasas omega-3 del pescado son saludables para el corazón es tan fuerte que ahora la Asociación de Cardiología Americana recomienda que todos los adultos consuman pescado al menos dos veces por semana. El pescado rico en grasas de aguas frías como el salmón de Alaska -no el de piscifactoría- es el de mayor contenido de grasas omega-3. Los beneficios de comer pescado han sido confirmados una y otra vez y continua siendo destacado. Por ejemplo, una revisión reciente de 97 estudios clínicos sobre los efectos de los agentes reductores de lípidos (grasa) mostró que los aceites de pescado aportan las mayores reducciones en las cifras totales de mortalidad y de enfermedades cardiacas. Para quien sea poco aficionado al pescado existen algunos suplementos excelentes de omega-3.

Como puede comprobar claramente, tenemos muchas opciones además de la aspirina cuando se trata de rebajar el riesgo de trombosis. Si no lo ha hecho aún, puede incluir al menos una de las sugerencias antes indicadas en su rutina alimenticia diaria. Mejor aún, tome un poco de té mientras mastica la zanahoria e incluso podrá rebajar algún kilo. Sus vasos sanguíneos y su corazón se lo agradecerán.

Nota: La aspirina tiene su eficacia. Yo le aconsejaría que se tome una mientras llama a urgencias si cree que está sufriendo un infarto. Hay sobradas pruebas de que esto puede ser de ayuda tanto para el hombre como para la mujer. También tomaría una buena dosis de magnesio. Sin embargo, entienda que la naturaleza está organizada para ayudarnos a mantener nuestros vasos sanguíneos en buena forma de manera natural, si sabemos hacer un uso correcto de ella.

* La Doctora Christiane Northrup es experta en salud femenina que reconoce la unidad del cuerpo, la mente y el espíritu y ayuda a la capacitación de las mujeres para sintonizar la sabiduría femenina innata transformándola en salud. Más información en www.drnorthrup.com

La información contenida en este artículo no ha sido evaluada por el Colegio Oficial de Médicos y no pretende tratar, diagnosticar, curar o evitar enfermedad alguna.

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